Requisitos de etiquetado
-
¿Qué es el C(M)IT/MIT?
Con el Reglamento (UE) n.º 528/2012 sobre biocidas en proceso de aprobación para algunas sustancias activas, es obligatorio que los productos tratados con estas sustancias lleven el etiquetado correspondiente. Dichas sustancias biocidas forman parte de algunos conservantes. Los instrumentos de escritura que contengan conservantes con el principio activo C(M)IT/MIT y que estén fabricados a partir del 1 de julio de 2017 deben llevar esta etiqueta.
-
¿Por qué hay conservantes en las tintas?
Las tintas de base acuosa contienen conservantes para evitar su deterioro durante el almacenamiento, así como para garantizar una conservación adecuada del producto y mantener el producto en condiciones higiénicas. Por ejemplo, evitan la formación de hongos o bacterias.
-
¿Qué es el C(M)IT/MIT?
El compuesto C(M)IT/MIT desempeña una función importante en los biocidas. Se emplea para combatir a los microorganismos (bacterias, hongos) en sustancias de base acuosa, como las tintas, pero también se encuentra en jabones, champús y productos cosméticos (que no permanecen sobre la piel).
-
¿Por qué es obligatorio ahora señalizar la presencia de C(M)IT/MIT?
En realidad, el C(M)IT/MIT no está prohibido. No obstante, un uso inadecuado puede suponer un riesgo para el medio ambiente y la salud. El reglamento sobre biocidas establece que los bienes de consumo en la UE solo pueden tratarse con sustancias biocidas autorizadas para el uso en cuestión. La señalización sirve para informar al consumidor de las sustancias que contiene el producto. La señalización es obligatoria independientemente de la concentración del producto.
-
¿Qué riesgos pueden suponer los utensilios de escritura con el conservante C(M)IT/MIT?
El contacto directo con la tinta puede conllevar la sensibilización de la piel. Las concentraciones inferiores al 0,0015 %, que es el porcentaje permitido para tintas, no se consideran causantes de sensibilización de la piel ni de alergias. La misma concentración se permite en productos cosméticos (que no permanecen sobre la piel), como champús o jabones líquidos. A efectos comparativos: un folio DIN-A4 repleto de texto contiene una cantidad de tinta inferior a 0,1 ml. Para lavarnos el pelo utilizamos entre 5 y 10 ml de champú.
En caso de padecer alergia a estas sustancias, las más mínimas concentraciones pueden desencadenar reacciones alérgicas. Schneider no tiene conocimiento de este tipo de supuestos derivados del uso de utensilios de escritura. Para que se produjera una reacción así habría que escribir con la tinta sobre la piel, y nuestros utensilios de escritura no están pensados para este fin.